Más opciones para curar el Parkinson

A través de un blog en la Internet, la mexicana Janet López, profesora de la Universidad Tecnológica de Tecámac, comparte con otros usuarios de más de 20 países, entre ellos Ecuador, información acerca del mal de Parkinson, una disfunción del movimiento que afecta a más de 6 millones de personas en el mundo.

Hace 5 años, López empezó a notar problemas de falta de movilidad en el lado izquierdo de la pierna, que luego pasó al brazo del mismo lado, hasta que, posteriormente, el síntoma se convirtió en rigidez. A los 37 años, recibió la noticia de que padecía de Parkinson.

“Lo primero que pensé es que no tengo 60 años como para tener esta enfermedad”, recordó López.

No obstante, la detección temprana de la patología es una de las primeras dificultades frente al tratamiento eficaz, debido a que los primeros síntomas visibles (temblor y rigidez de las extremidades) no se presentan sino hasta cuando la disfunción está avanzada.

En Ecuador se estima que el 1% de las personas mayores de 60 años (30 mil) padece la enfermedad, según la Sociedad Ecuatoriana de Neurología (SEN).

Actualmente, el grupo de especialistas debate con similares de otros países sobre métodos más accesibles en cuanto a terapias y cirugías.

Aurelio Mosquera, presidente de la SEN y neurólogo del hospital Luis Vernaza, cuestionó que hasta el momento no existe una política gubernamental para detectar el mal de Parkinson y su posterior tratamiento.

“Por eso el 10% de los casos detectados accede a las terapias farmacológicas o cirugías, y el resto prefiere la rehabilitación físico-sicológica, dentro o fuera del núcleo familiar”, acotó Mosquera.

Entre los métodos utilizados recientemente se ha mencionado la marihuana y las células madre, pero, a decir de Mosquera, ninguno de los tratamientos tiene algún referente de eficacia en el país.

En el caso de la marihuana, el método fue ensayado como piloto en Brasil por científicos de la Universidad de Sao Paulo. Según información de la agencia EFE, esta hierba o al menos uno de sus derivados, el cannabidiol, fue usado para tratar la psicosis asociada que sufren los enfermos de Parkinson,
Mientras que las células madre, suponen la clonación de las células nerviosas, a partir del cordón umbilical para reemplazar los tejidos afectados por este mal.

“El método de las células madre, por ejemplo, ha sido utilizado en Perú desde hace nueve años, pero no está comprobado que la rehabilitación haya tenido como base los trasplantes de células nerviosas”, indicó Mosquera.

Hace pocas semanas, varios especialistas internacionales se reunieron en el hospital Luis Vernaza para tratar sobre los últimos avances en las terapias físicas, las cuales, a decir de ellos, son las más asequibles.

Entre las alternativas se mencionó el consumo de la vitamina B6, el zinc y la hormona suprarrenal DHEA para incrementar la formación de dopamina (hormona neurotransmisora) en el cerebro. Su deficiencia es relacionada con la disfunción motriz.

Erik Wolters, neurólogo estadounidense, explicó que el uso de tecnologías de comunicación (celulares, iPod, computadores) y el acceso temprano que jóvenes y niños tienen a estas, duplicarán el número de enfermos de Parkinson en las siguientes dos décadas.

“La exposición de las neuronas a las ondas producidas por la telefonía móvil o el ‘wireless’ de la Internet provoca un daño que puede degenerar en la posterior muerte paulatina de las células nerviosas”, dijo Wolters.

El especialista consideró que los problemas de atención a los pacientes de Parkinson se repiten en otros países de Latinoamérica, debido a la inversión que deberían afrontar los programas de salud pública y seguro social.

El costo de los fármacos, entre los cuales está Stalevo, Levodopa, entre otros, es muy elevado en Ecuador. El uso diario de los medicamentos supone un gasto de US$ 100 a US$ 150 semanales.

“Sufrir este mal significa enfrentar limitaciones, además de movimientos involuntarios, lo cual implica que la atención del paciente de Parkinson no debe estar solo en manos del neurólogo, sino también de un urólogo o siquiatra”, comentó Wolters.

El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson, así como de la mayoría de las enfermedades que se conocen como trastornos del movimiento, es clínico. Sin embargo, para situaciones particulares cuando hay dudas del diagnóstico, o para tener mayor certeza del mismo, se pueden realizar algunos exámenes auxiliares.

Víctor Manuel Chico, terapista neural, promueve la creación de un “Centro de Apoyo de Parkinson” junto con otros colegas y pacientes en la provincia de Tungurahua, donde -según él- no existen centros especializados de rehabilitación.

“Si bien se logran avances, esto se hace de manera muy lenta debido a que para el desarrollo de una terapia se necesitan meses o años antes de su aplicación”, aseveró Chico.

A lo que a fármacos se refiere, solo el 20% de los que inicialmente se suponen benéficos se llega a comercializarse. “Durante el proceso de ensayos han fracasado la mayoría de ellos”, sostuvo Pablo Vanegas, neurólogo colombiano.

Por ello, acotó, hay que estar alerta a los primeros síntomas que suelen ser trastornos del sueño, como el síndrome de las piernas inquietas (movimiento súbito e incontrolado de esta extremidad poco antes de dormir), y los ‘tics’.

“Es importante acudir donde un especialista tempranamente y periódicamente para continuar con su tratamiento, ya que al paso de los años después de haber empezado a ingerir el medicamento, este va perdiendo efecto”, afirmó Vanegas.

La docente mexicana Janet López manifestó que el mayor problema que afrontan los enfermos de Parkinson es la indiferencia.

“Si la persona es joven, se expone, además, a muestras de discriminación por sus limitaciones en el trabajo”, afirmó López.

Fuente: elTelegrafo