Anemia


anemia
Nuestro cuerpo está compuesto por múltiples órganos y tejidos que conforman sistemas, que garantizan nuestro funcionamiento y la supervivencia. El corazón y los vasos sanguíneos forman parte del aparato cardiovascular que es el encargado del trasporte de la sangre, cumpliendo innumerables funciones vitales.

La sangre está compuesta por plasma y células, siendo el 45% glóbulos rojos, blancos y plaquetas. En el plasma encontramos agua, sales minerales, proteínas y otras sustancias en menor proporción.

La sangre tiene como función el trasporte de las células que contiene, sustancias entre los distintos órganos del cuerpo, transporte del calor y sustancias de comunicación como hormonas, entre muchas otras. Un rol clave de la sangre es el transporte de los glóbulos rojos, los mismos son pequeñas células sin núcleo que tienen la función de captar el oxígeno, trasportarlo y liberarlo.

El funcionamiento de los glóbulos rojos consiste que la sangre que los contiene va a los pulmones, allí se oxigena, es decir, que los glóbulos rojos (también denominados eritrocitos) captan oxígeno, van por la sangre por las arterias hasta los capilares.

Los vasos capilares son muy finitos, lo que permiten que los glóbulos rojos pasen y liberen el oxígeno que contienen en su interior, luego vuelven por la sangre por las venas, pasando por el corazón hasta los pulmones nuevamente. Este ciclo de forma permanente, haciendo que el corazón bombeé los 5 a 6 litros de sangre aproximadamente en cada minuto.

La función del oxígeno es vital ya que las células lo requieren para la obtención de energía. Sin oxígeno las células no pueden sobrevivir más allá de algunos minutos. El ejercicio físico hace que los músculos trabajen, siendo necesario que los mismos reciban gran cantidad de oxígeno para su funcionamiento.

Para que el aporte de oxígeno sea adecuado para todo el cuerpo se requieren una gran cantidad de glóbulos rojos, con valores de 3 a 5 millones por milímetro cúbico, con variaciones entre los hombres y las mujeres. Como vemos la cantidad de glóbulos rojos es muy alta pensando que una persona de peso normal tiene cinco litros y medio de sangre.
Cada glóbulo rojo tiene una proteína que le permite captar, unir y luego liberar el oxígeno denomina hemoglobina.

La anemia se denomina a una disminución de la hemoglobina en sangre según el promedio según la edad y el sexo de la persona.

Para determinar si la persona tiene anemia se calcula en relación a la cantidad de hemoglobina por volumen, porque no todos los glóbulos rojos tienen la misma concentración de hemoglobina. Puede ocurrir que el número de glóbulos rojos sea normal pero su cantidad de hemoglobina esté disminuida.

 

Síntomas de la anemia

Los síntomas de anemia son muy variados y de leve presentación en el inicio. El tener un cansancio permanente, dolores de cabeza habituales, dificultad para pensar son los primeros síntomas de la anemia en aparecer. No tienen que aparecer todos pero los mismos están estrechamente vinculados al rol que cumplen los glóbulos rojos en el organismo.

Si el problema de anemia continua en el tiempo comenzará a aparecer síntomas más evidentes, entre los que se destacan una palidez de la piel y de las mucosas de la persona, uñas que se quiebran con facilidad, mareos frecuentes especialmente al ponerse de pie e incluso una coloración azulada de la piel en los dedos.

También puede aparecer taquicardia, que significa que el latido del corazón por minuto se incrementa como forma de aportar más sangre a los tejidos para compensar un descenso en el aporte de oxígeno.

Frente a la aparición de algunos de los síntomas se debe consultar al médico, el cuál indicará la realización de un estudio de sangre, que medirá el nivel de glóbulos rojos y hemoglobina en la sangre.

Si se diagnostica una anemia el médico deberá investigar la causa que puede estar determinando la aparición del problema. La anemia no es una enfermedad en sí, sino que es un síntoma de múltiples enfermedades.

 

Causas de la anemia

globulos rojos y anemiaLas posibles causas de anemia se vinculan con una hemorragia que puede ser en pequeña cantidad pero de larga data, como las que se producen a nivel digestivo, déficit de cianocobalamina (vitamina B12), hierro o ácido fólico (vitamina B9) en la dieta, una dificultad en la absorción de dichas sustancias a nivel digestivo, el consumo de medicamentos u enfermedades propias de la médula ósea.

La lista de posibles causas de una anemia es más extensa, el profesional de la salud deberá valorar según los síntomas de la persona, su edad y sus antecedentes que otros estudios se le solicitará para proseguir.

También hay que valorar la evolución de la anemia y el tiempo de evolución, en algunos casos la causa se identifica rápidamente y se puede revertir. En el caso de los medicamentos que producen anemia se debe valorar si es conveniente discontinuar su uso.

 

Tratamientos para la anemia

carne rojaEn forma paralela al estudio de las posibles causas de anemia se iniciará un tratamiento para tratarla, que generalmente consistirá en un incremento de los alimentos con hierro en la dieta como las carnes rojas e hígado, el aporte extra de hierro y ácido fólico en comprimidos.

El ácido fólico y el hierro son los componentes esenciales para la formación de hemoglobina en los nuevos glóbulos rojos, por esta razón se debe suplementar a la persona.

Se debe informar que realice una alimentación variada, con abundantes carnes para un aporte suficiente de hierro.

También existen algunos medicamentos que estimulan a la médula ósea a formar más glóbulos rojos para ser utilizada en algunas situaciones particulares.

En los casos más severos de anemia se puede realizar una transfusión sanguínea, que consiste en recibir glóbulos rojos de otra persona que los ha donado voluntariamente. Las transfusiones de sangre se deben realizar si el valor de hemoglobina total es muy bajo o si el paciente se encuentra en una situación grave, en la que se requiere glóbulos rojos de forma inmediata y no se puede esperar que el cuerpo los produzca.

Luego de tratamiento se realizarán controles de sangre cada cierta cantidad de meses hasta que se logre recuperar los niveles de hemoglobina hasta los valores recomendados según el sexo y la edad de la persona.

La medición del nivel de hemoglobina aparece en un examen de sangre denomina hemograma, que suele pedirse al menos cada uno o dos años como forma de control preventivo en las personas. A mayor edad puede solicitarse de forma más seguida.

Para prevenir la anemia se recomienda llevar una alimentación balanceada no excluyendo alimentos, un control habitual con el médico de confianza y realizar un a consulta precoz en caso de aparición de algunos de los síntomas señalados.

También hay remedios naturales que pueden ayudar, conoce remedios caseros para la anemia.

 

Vídeos

La anemia y cómo prevenirla por Dr. Cormillot

Las anemias por el Dr. Rafael Bermejo

 

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