Asma

A nivel mundial las enfermedades crónicas han aumentado de frecuencia, siendo aquellas que hasta la actualidad la medicina no puede brindar una cura, lo que lleva a que la misma se presente durante toda la vida de la persona.

Hay que destacar que la no existencia de cura no significa que los médicos no puedan hacer nada, existen muchas opciones de tratamientos para detener el avance de la enfermedad, combatir sus síntomas y lograr una mejor calidad de vida.

El asma se cataloga dentro de las enfermedades crónicas que va a requerir que la persona tome conciencia de su situación para lograr una buena adherencia a los tratamientos a lo largo de su vida. El asma se define como una enfermedad inflamatoria de las vías bajas, las cuales tienen una sensibilidad aumentada a ciertos factores.

La frecuencia de asma es muy variable según el país, pero suele ser una patología frecuente en la población en general. Se la puede incluir dentro de la categoría de atopias, es decir, aquellas personas que tienen una respuesta exagerada frente a una sustancia del ambiente.

Nuestro cuerpo interactúa de manera permanente con una gran cantidad de sustancias que provienen del ambiente, del aire, agua, y por contacto directo. Algunos ejemplos de sustancias con potencial alérgico son el polvo, hollín, polen, lana, productos irritantes o con fuerte olor.

El sistema inmune las identifica y produce una respuesta defensiva en algunas ocasiones. Lo que sucede en las personas con atopia es que su respuesta del sistema inmune es muy exagerada llevando a una producción incrementada de factores que contribuyen a la inflamación.

El asma es una enfermedad multifactorial reconociendo factores genéticos, heredados de nuestros padres, que nos incrementa el riesgo de presentar atopia, pero no todos los atópicos desarrollan asma.

El otro factor para la aparición de asma es el componente ambiental, dado por la exposición desde niño a múltiples sustancias y contaminantes del ambiente. También hay que incluir las características personales de la persona como los niveles de estrés, infecciones pulmonares y el tabaquismo.

El mecanismo del asma se basa en que una sustancia denomina alérgeno desencadena una reacción inmune en un paciente asmático, produciendo un edema local y la producción de múltiples mediadores inflamatorios en las vías aéreas. Esta situación se mantiene durante unos minutos lo que lleva a que la inflamación obstruya los bronquios, impidiendo la entrada de aire al cuerpo.

Una crisis de asma determina que la persona no puede respirar con normalidad, poniendo en riesgo su vida si no media la utilización de un tratamiento. En las personas con asma existen algunas sustancias o situaciones que son clave para el inicio de una crisis de asma, identificarlas y conocerlas permite evitarlas así como utilizar medicación preventiva para no tener crisis.

Síntomas

Dentro de los síntomas del asma se destacan tos, dificultad para respirar, ruidos al respirar, tirajes bajos, ansiedad e incluso aparición de labios azules.

Los síntomas son progresivos y no suelen detenerse rápidamente cuando se ha desencadenado una crisis de asma. Reconocer los mismos debe ser una prioridad para la persona que padece la patología así como su familia.

Todo paciente asmático debe saber que medicación administrarse en el inicio de una crisis asmática, así cuando consultar si la misma no cesa al poco tiempo. Nunca se sabe lo severa que va a ser una crisis de falta de aire por el cierre de los bronquios por el efecto inflamatorio.

Nunca se debe subestimar una crisis asmática porque puede ser potencialmente grave.

Diagnóstico y tratamientos para el asma

El diagnóstico de asma debe ser realizado por un especialista luego de algunos estudios que permiten demostrar que existe una alteración de la respuesta y función respiratoria.

También los estudios básicos en sangre y una radiografía de tórax de frente son opciones que los profesionales médicos deberán solicitar.

También puede ser beneficioso contar con una prueba de alergias que le permite al paciente identificar que sus sustancias producen una respuesta alérgica en él, con capacidad de desencadenar una respuesta inmune desmedida.

El concepto actual en torno al asma es que se deben utilizar medicamentos que permitan un adecuado control del mismo, donde la persona pueda llevar una buena calidad de vida con la aparición de la menor aparición de síntomas.

Como primera medida se debe evitar que la persona asmática entre en contacto con polvo, animales, humo de cigarro, polen ni otros contaminantes ambientales.

La limpieza dentro del hogar de una persona asmática se debe realizar con aspiradora o paño mojado, idealmente cuando no se encuentre en su hogar. Las mascotas están desaconsejadas por acumular polvo y la gran capacidad que tienen de producir alergias.

Las opciones de medicamentos para el asma son muy extensas, existiendo presentación en inhaladores, comprimidos e incluso para nebulizaciones. Los más utilizados son los inhaladores de dosis medida, que permiten presionando el dispositivo obtener la misma cantidad de fármaco que ingresa por la boca para llegar hasta los pequeños conductos de la vía aérea.

Dentro de los inhaladores se destacan los agonistas beta 2, que consisten en medicamentos que producen una dilación de los bronquios, que se han cerrado parcialmente durante la crisis de asma.

Existen dos tipos de agonistas beta 2, que serán utilizados como un tratamiento preventivo o para las crisis. Los corticoides inhalados han ganado terreno y se los incluye como una terapia preventiva en los casos moderados y severos del asma.

El profesional médico deberá ajustar la medicación para cada paciente en torno a la cantidad de veces que presenta síntomas de falta de aire, ruidos al respirar o fatiga durante la semana. Un buen control del asma es fundamental para mejorar la calidad de vida de la persona, siendo que la misma no debe estar pensando de manera permanente en su patología sino en sus hábitos de vida.

Existe un dispositivo que es el pico flujo espiratorio que la misma persona puede utilizar en su casa, para determinar la severidad de su crisis así como los pasos a seguir según la indicación de su médico tratante.

Las nuevas presentaciones de medicamentos permiten lograr un ajuste más exacto de las dosis y fármacos, para lograr un mejor control y lograr disminuir los efectos adversos. Como todos los medicamentos, los inhaladores utilizados de forma repetitiva puede producir efectos adversos, razón por la cual, se recomienda entrenarse adecuadamente en su correcto uso.

En los niños se recomienda la utilización de una inhalo cámara, entre el inhalador y la boca de la persona como forma de mejorar la llega del fármaco hasta los bronquios cerrados a nivel de los pulmones. Usar mucha dosis de medicamento inhalatorio no garantizar detener o prevenir una crisis de asma, sino en que se utilice correctamente.

En algunos casos también existen medicamentos que pueden tomarse en comprimidos en aquellos pacientes con un asma más rebeldes. Los pacientes asmático especialmente los adolescente y jóvenes tienen que tener claro que pueden tener una vida completamente normal, incluso practicar deportes sin problemas.

Alcanzar un buen control del asma así como una calidad de vida excelente debe ser la meta de todo equipo médico que trate a pacientes asmáticos.

Prevención

Para la prevención de las crisis de asma se debe evitar los contaminantes ambientales, tener el hogar limpio y sin polvo, evitar los animales, no fumar así como el contacto con plantas.

Dichas medidas son vitales para prevenir futuras crisis de asma en los pacientes susceptibles de la enfermedad.

Conoce más sobre él y remedios caseros para el asma.

Vídeos

Serie de cuatro vídeos que tratan sobre el Asma en el programa «Médicos por la naturaleza» de la TV pública Argentina.

Muy buena información, se habla sobre el asma bronquial, síntomas, tipos de broncoespasmos, crisis asmáticas en niños y adultos, tratamientos, la función de la aerocámara y recomendaciones de los expertos.

Vídeo 1/4

Vídeo 2/4

Vídeo 3/4

Vídeo 4/4