Vía Penn Medicine encontramos que investigadores de la Universidad de Pennsylvania School of Medicine afirman que el veneno que inoculan las abejas en nuestro cuerpo cuando nos realizan un picotazo podría ser útil para combatir la hipertensión.
Los investigadores, han modificado una toxina del veneno de las abejas llamada tertiapin, o TPN en un laboratorio para que pueda ser utilizada como una herramienta para estudiar el funcionamiento interno de los canales iónicos que controlan el ritmo cardíaco y el metabolismo de la sal en los riñones. Según las pruebas realizadas, se ha demostrado que esta toxina ayuda a mantener la presión arterial a raya.
El estudio ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Apiterapia
La Apiterapia usa principalmente productos de las abejas (miel, jalea real, polen, propóleo y veneno de abeja) para usos terapéuticos.
En la terapia que emplea veneno de las abejas se utiliza como tratamiento para disolver los tejidos con cicatrices y enfermedades como la bursitis, artritis, tendinitis, cáncer, artrosis, herpes zóster, esclerosis múltiple, entre otros padecimientos o enfermedades.
Se puede encontrar más información al respecto en la wikipedia apiterapia.