Éxito en el ensayo médico de un microchip más pequeño que la yema de un dedo que implantado bajo la piel permite dispensar la dosis necesaria de un fármaco para el tratamiento de la osteoporosis, sustituyendo las inyecciones subcutáneas.
El microchip ha sido desarrollado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y fabricado por la empresa MicroCHIPS. En su interior contiene las dosis necesarias, las cuales pueden ser controladas remotamente para programar su dosis diaria y tiempos de administración.
El ensayo clínico ha sido llevado a cabo en ocho mujeres de entre 65 y 70 años que padecían una osteoporosis severa que les obligaba a seguir un tratamiento inyectable diario. Durante 20 días llevaron el dispositivo implantado en la zona de la cintura, el cual sustituyó sus inyecciones diarias.
Los resultados del estudio han sido publicados en Sciencie Translational Medicine donde se destaca el éxito de las dosis libradas (132 dosis en total), sin ningún problema de seguridad y bien tolerado por las pacientes. Su eficacia terapéutica fue similar a las inyecciones subcutáneas.
El dispositivo debe aún pasar más ensayos y ser aprobado por las autoridades sanitarias y abre vía para que este dispensador de medicamentos pueda ser usado para el tratamiento de otras enfermedades que requieren pinchazos regulares, como la esclerosis múltiple, cáncer o diabetes.