Estudio publicado en la revista Nature Genetics y realizado por investigadores de 72 instituciones científicas pertenecientes a 10 países, descubre que un gen asociado a una menor grasa corporal, concretamente el gen IRS1, incrementa el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cariovascular.
El estudio se ha realizado basándose en estudios de asociación genética buscando posibles correlaciones entre 2,5 millones de variantes génicas a lo largo de todo el genoma humano y el porcentaje de grasa corporal de más de 75.000 personas.
Según la Dra. Belén Peral, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols (CSIC-UAM), y participante del estudio, resalta que el descubrimiento es más evidente en hombres que en mujeres, ya que estos acumulan menos grasa bajo la piel y más grasa visceral.
¿Por qué se produce la paradoja de que un gen asociado a tener menores cantidades de grasa corporal puede resultar perjudicial para el organismo?
Según los investigadores que realizaron el estudio, en las personas portadoras de este gen (IRS1), resulta que este sólo reduce la grasa situada bajo la piel (grasa subcutánea), pero no la que rodea los órganos de el abdomen (grasa visceral) que és la más dañina.