El envejecimiento es la etapa de la vida que se caracteriza por la declinación de las funciones físicas y mentales y se manifiesta principalmente por trastornos de la memoria, aprendizaje, inteligencia y de la coordinación motora que pueden provocar la incapacidad para valerse por sí mismos, sin embargo, es importante destacar que en el envejecimiento normal los trastornos físicos y mentales son mínimos.
A diferencia del envejecimiento normal, el Alzheimer es un tipo de demencia cuyos síntomas básicos son la pérdida progresiva de la memoria y de la inteligencia, los cambios bruscos de personalidad y las alteraciones del lenguaje.
Existen diferentes tipos de demencia y la más frecuente es la enfermedad de Alzheimer, le sigue la demencia provocada por la reducción del volumen de sangre que llega al cerebro por la obstrucción de la arterias cerebrales. Estas formas de demencia representa las dos terceras partes de todos los tipos de demencia que existen en la actualidad. Aunque menos frecuentes, otras causas son las lesiones cerebrales provocadas por el alcoholismo, los niveles altos de colesterol, las infecciones cerebrales, la presión sanguínea alta, la enfermedad de Parkinson y de Huntington, los infartos cerebrales silenciosos que no dan síntomas, las infracciones por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y los traumatismos craneales, sobre todo cuando se acompañan con la pérdida del estado de conciencia.