La depresión puede ser en algunos casos destructiva y nos puede aniquilar poco a poco. Pero ¿qué sucede cuando nosotros no somos los afectados con esto y tenemos que vivir con una persona que si lo sufre? ¿Cómo lidiar con esto?
Para responder todas estas interrogantes es necesario hacerse un examen de conciencia y ver si somos capaces de entender este problema y ayudar a la otra persona, es importante tener bastante aprecio y estima por esta.
Índice de contenidos
Todo un desafío
Las personas que viven con otras que sufren de depresión, enfrenta todo un desafío. Estas en muchos casos no están capacitadas para tal tarea, pero las circunstancias hacen la convivencia posible. Entonces es mejor desarrollar algunas técnicas para hacer de esto todo un éxito para ambas.
Involucrándose
Involucrase con el problema de la otra persona es algo natural cundo se convive, es imposibles no hacerlo. De este modo el problema de la depresión se comparte, algo que de por sí ya es un logro para superar el problema.
Identificar el problema
La depresión puede darse por diversos factores de frustración, estos pueden ser por decepciones amorosas, perdidas de trabajo, perdidas de algún ser querido, o cualquier otra, cada una es diferente y la forma de solucionarlo también.
Paciencia
La paciencia es una virtud del ser humano, cuando se trata de ayudar es cuando más se debe usar. Las personas con depresión están sumidas en un mundo de tristezas, sacarlos de ese estado puede resultar un poco incómodo y hasta molesto, pero estas personas de verdad necesitan de nuestra ayuda.
Algunos consejos
Si es problema es amoroso, puedes ayudarlos sacándolo a diferentes sitios y mostrándole que existen muchas más personas por conocer.
Si el problema es laboral, puedes ayudarlo incentivándolo todos los días a encontrar otros trabajos y dándole a entender que es muy valioso y que de seguro ya muy pronto se le presentara una nueva oportunidad. En fin sea cual sea el problema debes buscar salidas viables y veras que juntos podrán salir adelante, y no olvides nunca que: “hoy por mí, mañana por ti”.