Las anfetaminas, metanfetaminas y sustancias relacionadas, comúnmente nombradas coloquialmente como (speed, anfetas, pastis, pirulas, cristal,…) que son utilizadas en muchas personas como droga recreativas, una de las consecuencias más graves que tendría, sería que multiplica el riesgo de padecer Parkinson para sus consumidores, según investigadores del Centro para la Adicción y la Salud Mental (CAMH) de Toronto (Canadá).
En el estudio se han analizado los historiales hospitalarios de miles de pacientes ingresados por consumos de anfetas o derivados y se ha seguido su evolución durante 16 años, dando como resultado que estas personas presentan un 76% más riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson que la población general.
Ya hace tiempo que los científicos sospechaban de estos efectos, gracias a estudios realizados con ratones, lo cuales ya habían mostrado que el consumo de estas drogas dañaban la producción de dopamina, asociado a la enfermedad del Parkinson, pero hasta ahora no se había podido realizar un estudio con una muestra de pacientes tan elevada y seguir su evolución durante años.
Los investigadores del estudio, resaltan que estos resultados son referidos al consumo ilegal de estas sustancias, y no a los casos controlados médicamente.