La gripe o influenza se puede prevenir con la aplicación de una vacuna, la cual sólo se recomienda a las personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones:
– Adultos mayores (60 años y más).
– Niños de 6 a 23 meses.
– Enfermos de diabetes mellitus, del corazón, de los pulmones o los riñones.
– Enfermos de cáncer en tratamiento.
– Enfermos con inmunodeficiencia.
– Personal de salud y personas que cuidan o viven con alguien que pertenece a un grupo de alto riesgo.
Los virus que causan la gripe cambian con frecuencia y aparecen nuevos virus, por lo tanto cada año se produce una vacuna diferente y es necesario vacunarse todos los años. La vacuna contra la gripe o influenza se encuentra disponible del mes de octubre al mes de marzo, y se recomienda aplicarla tan pronto como sea posible, ya que la persona vacunada tarda alrededor de dos semanas en desarrollar defensas contra la enfermedad y la temporada de gripe comienza generalmente en el mes de noviembre con los picos más altos en los meses de diciembre y enero.
En la mayoría de las personas la vacuna contra la gripe no provoca ningún efecto colateral, aunque, si se presenta, puede ser dolor, enrojecimiento de la piel o hinchazón en el brazo donde se aplicó. La vacuna no se debe aplicar a las personas que tengan alergia severa a los huevos.
Otras medidas importantes para prevenir la gripe y también el resfriado común
– Manténgase y mantenga bien abrigados a niños y adultos mayores (sin que se acaloren).
– Evite exponerse a cambios bruscos de temperatura.
– Aléjese de las personas que tengan alguna enfermedad respiratoria. No asista a sitios muy concurridos.
– Consuma abundantes líquidos, además de frutas y verduras ricas en vitaminas Ay C, como naranjas, guayabas, limas, limones, mandarinas, piña, tomate y zanahoria, entre otras.
– Lávese las manos frecuentemente, sobre todo después de tocar superficies expuestas al público.