Cuando escuchamos la palabra tumor, se nos viene a la cabeza los seres vivos actuales, entre ellos el ser humano, los perros, los gatos y cualquier animal doméstico que podamos tener en la actualidad. En otras palabras, lo asociamos a una enfermedad de la actualidad que cada vez está más generalizada.
Pero tras unos estudios, se ha demostrado que estas enfermedades existían desde hace millones de años, por la sencilla razón que se han descubierto fósiles de dinosaurios con cáncer.
Fuente de la imagen: Dinosaurios.com
Cuando pensamos en dinosaurios, imaginamos que eran seres extremadamente fuertes tanto en el interior de su organismo como en el exterior de su físico. Esta regla se podría definir por dos factores:
- No existía la contaminación
- Su alimentación era 100 % natural
Teniendo en cuenta que en la actualidad la contaminación que predomina en prácticamente todo el planeta, los alimentos que ingerimos no son 100 % naturales, y el consumo de drogas, alcohol y tabaco, podría ser un detonador de la producción del tumor maligno, que básicamente es cáncer.
Pero suena verdaderamente extraño, que un mundo salvaje donde lo natural predominaba en el entorno, se pueda llegar a la conclusión que los dinosaurios padecieran este tipo de enfermedad ¿es pura fantasía este concepto?
Los dinosaurios también padecían cáncer
Finalmente se confirma, los dinosaurios también tenían tumores malignos y morían de cáncer como en la actualidad.
Este hallazgo ocurrió en el año 1998, cuando una publicación creada por Rothschild, afirmaba, que tras un hallazgo de un fósil de dinosaurio, encontraron una lesión ósea provocada por un hemangioma, que no es otra cosa que un tumor maligno.
En el año 1999, el propio Rothschild, afirmó que este descubrimiento era una rareza, ya que es realmente difícil encontrar este tipo de enfermedades tan latentes al paso de los millones de años y tener la capacidad de poder visualizarlo. Aunque detalló que era un gran descubrimiento porque ya no era necesario asociar este tipo de enfermedad en el siglo XX y XXI, sino que ha estado latente toda la vida.
Gracias a este descubrimiento, el ser humano podrá tener nuevas teorías de esta maléfica enfermedad que tanto daño está causando en la actualidad, para así poder radicarla lo más pronto posible.