Una persona que es diagnosticada con cáncer cambiará su vida por completo desde el lado psicológico para afuera. Lidiar con esta enfermedad desde entonces se convertirá en una tarea constante, que necesitara el apoyo de todos sus seres queridos.
El cáncer como parte de la vida
Desde que usted tiene cáncer, este es parte de su vida cotidiana, así que desayunará, almorzará, cenará y dormirá con esta enfermedad, todos los días de su vida. Convivir con el cáncer será una opción que no desea, pero si impuesta por la vida.
Después del shock inicial, pasaremos al siguiente nivel de curarnos definitivamente de esta enfermedad, la motivación interna que usted puede darse por sí mismo es la fuente generadora de salud desde ese momento. Saber o escuchar que personas lograron curarse o conviven de una manera normal con esta enfermedad puede ser un aliciente muy poderoso en su terapia emocional.
Depresión
Un aproximado del 25% de los pacientes con cáncer suele tener serios problemas de depresión y ansiedad, incluso llevándolos a trastornos mentales severos.
Enfrentando el problema
Algo con que el humano cuenta frente a cualquier situación peligrosa, es su capacidad de adaptación. Cuando el cáncer aparece esta capacidad suele disminuir, el secreto es aprender a mantener esta posibilidad en pie siempre. Existe un sin número de personas que conviven muy bien con esta enfermedad, porque se han adaptado a llevarla consigo, esto facilita mucho su tratamiento.
Antes que la enfermedad pueda destruir a la persona rápidamente, la mente y los cuadros depresivos pueden ser más letales aún, mejorar esta condición es una tarea de toda la familia. Viajar y llevar una vida plena, con la seguridad de que los seres a quienes amas están a tu lado constantemente es una fuerte dosis antidepresiva muy poderosa. “El amor puede ayudar a curar el cáncer”