Virtudes de las legumbres arvejas y garbanzos


alverjas y garbanzos
Las legumbres son alimentos en verdad valiosísimos y, aunque todavía no tienen toda la Fama que se merecen, poco a poco vamos aprendiendo y valorando su importancia. En esta nota, dejamos al descubierto las virtudes de dos de ellas: arvejas y garbanzos.

LAS ARVEJAS

Las arvejas provienen de Asia occidental, extendiéndose luego su cultivo a la zona del Mediterráneo. Pueden consumirse frescas o secas: las frescas son consideradas hortalizas, y las legumbres secas. Esta diferencia está dada por el contenido de agua y nutrientes.

Las arvejas secas comparten las características generales de las legumbres, grupo al cual pertenecen. Son ricas en proteínas (alrededor del 22%) de su peso; sus aminoácidos limitantes, o sea, aquellos esenciales que se encuentran en cantidades pequeñas, son los azufrados y el triptófano.

Tradicional mente, los pueblos americanos combinan las arvejas con el maíz para obtener así proteínas completas. Son muy pobres en grasas, alrededor del 2%, y ricas en hidratos (61%) y fibras (4,7%). Esta riqueza en fibras las hace útiles para disminuir el colesterol, la glucemia y mejorar el estreñimiento. Por su contenido en oligosacáridos benefician la flora intestinal.

¿Algo más? Sí: las arvejas aportan hierro (su riqueza en este mineral mejora las anemias), fósforo, potasio, y buena cantidad de vitamina B3. Además de B1 y B2. Su digestibilidad puede ser dificultosa por la abundancia de fibras. Por su parte, las arvejas frescas contienen un 8% de proteínas, 17% de hidratos de carbono y 2% de fibra.

Se pueden encontrar en el mercado frescas, desecadas y congeladas; pueden utilizarse en guisos, estofados, ensaladas, pana ches, revueltos y tortillas, y además prepararse con ellas hamburguesas vegetales. Su harina es muy utilizada en sopas con alto valor calórico y nutritivo.

LOS GARBANZOS

De la zona del Mediterráneo Oriental. Grecia. Turquía, o Siria, se cree que es el origen el garbanzo. Desde allí, se fue extendiendo a toda la cuenca del Mediterráneo y al resto del mundo.

Esta legumbre es rica en proteínas (18%), hidratos de carbono (61%) y fibras (3.4%). Su contenido en grasas en un poco mayor que en las demás legumbres (6%) y menor que el de la soja. Las grasas que contiene son insaturadas, por lo cual disminuyen el colesterol.

Comparte las características comunes a las otras legumbres, sus aminoácidos limitantes son similares a los mencionados cuando hablamos de las arvejas. Contiene abundante hierro, fósforo, cobre, calcio, gran cantidad de potasio y vitaminas B1, 2, 3 y 6

Además de los beneficios inherentes a las legumbres, es uno de los alimentos que aumenta la leche materna. Se lo conoció en la antigüedad como la carne de las ciases populares, quienes sabiamente la combinaron tradicional mente en guisos con cereales o carnes en pequeñas cantidades, logrando así proteínas completas.

Es altamente energético y tonifica el sistema nervioso. Contiene isoflavonas, un fitoestrógeno presente en mayor concentración en la soja. Esta característica lo hace útil para mejorar los síntomas de la menopausia. Tiene un efecto diurético; esto, unido a su bajo contenido de sodio y alto de potasio lo hace recomendable en problemas cardiovasculares e hipertensión arterial. Su sabor característico es conocido a través del humus, y en las cazuelas, guisos y ensaladas que se enriquecen con su presencia.

 

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