Varices esofágicas


varices internas esofagicas
Uno de los problemas principales que preocupa a una gran cantidad de mujeres en el mundo, son las varices. A nivel estético, las varices causan muchos problemas y pueden incluso mermar el autoestima de una mujer, sin embargo a nivel de salud, dónde se pueden ver muchos más problemas, dependiendo del tipo de variz del que se esté hablando.

Uno de estos tipos de varices que se pueden llegar a considerar preocupantes, son las varices esofágicas, ya que son venas que se dilatan en las piernas de forma anormal y normalmente se encuentran al final de la parte interna del esófago.

Por medio de estas varices, circula sangre que en realidad, debería pasar por el hígado cuando este se encuentra completamente sano. Sin embargo, a medida que el hígado comienza a presentar problemas, estás varices también lo hacen.

 

Los problemas que se presentan cuando se crean este tipo de varices

Las varices esofágicas, presentan varios problemas, sin embargo uno de los más graves para las personas que las sufren son el riesgo de rotura que se da cuando las paredes de la misma no cuentan con la suficiente fuerza para aguantar la sangre que llevan.

Cuando este tipo de variz se rompe, se crea uno de los momentos más problemáticos para el paciente, ya que se crea una hemorragia por rotura en la que normalmente, la sangre es abundante y el paciente puede incluso morir a causa de esto si dicha hemorragia puede llegar a pasar del 20%.

Como buena noticia para los pacientes que tienen este tipo de varices, generalmente pueden ser controladas, sobre todo cuando son pequeñas, ya que el riesgo es mayor, cuando las varices son grandes.

 

Casos con enfermedad hepática

enfermedad hepáticaSe ha comprobado que los pacientes que tienen problemas hepáticos cuentan con una probabilidad de sangrado muy superior a la de los pacientes normales.

Por suerte, no todas las personas afectadas por varices esofágicas sangran. Cuando más grande es su tamaño, más delgada su pared y más alta la presión de la sangre, mayor será el riesgo que se produzca hemorragia por varices. Las personas con antecedentes de alguna enfermedad hepática, tienen más riesgo de sangrado.

Los pacientes que han sido diagnosticados con cirrosis, también suelen tener problemas de varices en el momento del diagnóstico y los pacientes que no las tienen en ese momento, no tardan más de un año en tener también este problema.

 

¿Qué pasa cuando los pacientes tienen este tipo de varices?

Los pacientes que tienen varices esofágicas, deben mantener un constante contacto con su médico con el fin de que este pueda revisarlas cada año.

Esto se debe a que el riesgo de que puedan crecer años tras año es alto y el aumento puede llegar a ser hasta del 10%.

 

¿Qué pasa si las personas no tratan los temas de varices graves?

Los pacientes con varices esofágicas graves que no se someten a un tratamiento para la curación de las mismas, pueden presentar un caso de hemorragia severa al cabo de dos años.

Esto datos nos hablan de la importancia de estos tratamientos desde el diagnóstico y el seguimiento correcto del tratamiento.

 

Causas de las varices esofágicas

Cuándo una persona comienza a tener problemas con este tipo de varices, lo primero que harán los médicos es ver si la persona presenta problemas de cirrosis.

Esto se debe a que en un 70% de los casos, son una complicación de esta enfermedad debido a la cicatrización del hígado de forma irreversible.

Aun así, esta no es la única causa por las que las varices pueden salir. Algunas de las siguientes causas también pueden hacer que las varices esofágicas aparezcan:

  • Cicatrización hepática grave. En estos casos, se debe a las enfermedades del hígado que de alguna forma nos pueden llevar a tener resultados serios de cirrosis. Una infección hepática o problemas con alcohol son las primeras causas.
  • Coágulos de sangre. Los coágulos que se forman en la vena portal, pueden llegar a causarlas con el paso del tiempo si no se tratan correctamente.
  • Infecciones por parásitos. Esquistosomiasis es un tipo de parásito que se encuentra en algunas zonas de América y Asia. Al llegar a un cuerpo, el parásito puede dañar algunas partes del hígado, así como los pulmones o incluso causar serios problemas en la vejiga.
  • Síndrome de Budd-Chiari. Este es un raro síndrome que hace que la sangre se comience a acumular en la zona del hígado y esto a su vez hace que se comiencen a crear pequeños coágulos y se bloqueen las venas que están fuera del hígado.

 

Síntomas de las venas esofágicas

Los síntomas que pueden hacerte pensar que tienes venas esofágicas son muy llamativos, sin embargo, solo se verán los síntomas cuándo estás sangren.

Entre los primeros síntomas que se pueden ver:

  • Vómitos con sangre.
  • Sangre en las heces.
  • Shock cuando el caso es muy grave.

Cuándo debo acudir a mi médico en caso de presentar síntomas

Desde el primer momento en el que cualquier persona sea detectada con una enfermedad en el hígado, debe acudir a su médico para que revise si puede tener varices esofágicas.

El médico podrá recomendarte cuales son las mejores opciones para reducir el riesgo que estas pueden presentar. Es muy probable que el paciente tenga que presentarse a una endoscopia para comprobar que realmente no hay varices esofágicas.

Una vez que el paciente ha sido diagnosticado con este tipo de varices, debe estar muy pendiente a los posibles casos de sangrado.

En estos casos, se debe tratar el problema de emergencia desde que note sangre en las heces o vómitos con sangre.

 

Diagnóstico

Entre sus principales métodos de diagnóstico, destacamos:

  • Examen endoscópico. Por medio de este método se puede ver de forma segura la presencia de varices en el estómago o sistema digestivo. Para ello, se introduce un tubo desde la boca hasta el esófago y el médico buscará venas por toda la zona, así como la medición del tamaño de las mismas o cualquier tipo de mancha roja.
  • Las pruebas de imagen. Las pruebas de imagen permiten que los médicos puedan verificar que realmente existe un problema con las varices esofágicas y además, pueden verificar el riñón y saber dónde se encuentra la vena portal. Este método no se recomienda para las personas que ya cuentan con venas grandes, sin embargo, en los casos de venas pequeñas se puede saltar el paso de la endoscopia.
  • Cápsulas endoscopias. Para estos casos, lo que se hace es colocar una cápsula de vitamina que dentro contiene una cámara que toma imágenes del interior del esófago. Esta es la mejor opción para las personas que no quieren llevar a cabo ninguno de los dos métodos anteriores.

Vídeo de una endoscopia de ligaduras de varices esofágicas
 

Tratamientos para las varices esofágicas

En el tema de los tratamientos para este tipo de varices, la finalidad es reducir el riesgo de hemorragia por presión.

Los tratamientos más adecuados son:

  • Medicamentos con el fin de reducir la vena porta. Este tratamiento se lleva a cabo antes del sangrado y lo que hace es reducir de forma considerable la probabilidad de que la vena pueda causar sangrado de alguna forma.
  • Bandas para atar las cenas que sangran. Cuando una variz es muy propensa a sangrar, se debe atar dicha vena para evitar que termine sangrando o produzca hemorragia. Este método se llama ligadura con banda y también se debe hacer por medio de un proceso endoscópico que envuelve las varices en una banda elástica y “estrangula” la vena con el fin de que no llegue a sangrar.

Tratamiento para detener el sangrado

Cuándo estas varices sangran, un porcentaje de probabilidad de muerte aumenta muy rápido, por lo que la intervención médica debe ser casi inmediata.

  • Portosistémica intrahepática transyugular (TIPS). Por medio de este proceso, lo que se intenta es que la sangre vaya directamente de la vena porta a la vena hepática con el fin de que dicha sangre llegue al corazón. Esto hace que la presión en la vía porta se reduzca y no se puede crear una rotura o quiebre en ella.
  • Sustituir el hígado que está enfermo. Cuándo el problema es un trasplante hepático, la persona debe pensar en sustituir el órgano que está enfermo. Casi todos los trasplantes de hígado son exitosos, sin embargo las personas que esperan un hígado superan a las personas que pueden donarlo, lo que hace que no existan órganos suficientes disponibles.

Problemas de resangrado y tratamiento

Cuándo una persona ha tenido sangrado por varices esofágicas, es muy probable que vuelva a sangrar una y otra vez.

En caso de que se pueda dar resangrado o se quiera evitar a toda costa posibles complicaciones, una buena opción son las bandas de esófago y los bloqueadores betas. Sin embargo, en cualquiera de los casos se debe tener la aceptación del médico para dicho proceso.

 

Si quieres conocer más información sobre las várices, recuerda que aquí tienes: >>completo artículo sobre las varices<<

 

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