El apego a un objeto es parte de una etapa de desarrollo del niño.
Es muy común que el bebé se aferra a los objetos. ¿Quién no recuerda el peluche del que no se despegaba ni un momento? Un muñeco del cual no podía dormir sin él? Y que tenía un olor especial?
Todos hemos tenido algún objeto que tiene un significado especial y que cuando se es bebé no puede estar lejos por mucho tiempo.
Los expertos utilizan el término «objetos transicionales» para identificar los elementos que reciben este afecto especial. El término existe porque estos objetos ayudan a los bebés a pasar a la transición de la infancia, como si de una niñera se tratara.
Los peluches, muñecos o como se le llamen, juegan un papel muy importante en el desarrollo psicológico del bebe y posteriormente del niño.
Cuando los bebés llegan aproximadamente al año de edad, ya está clara la relación con estos «amigos especiales». Pero este no es el momento ideal para separarlos. En esta etapa, los niños están pasando por muchos cambios y necesitan apoyo.
Lo que puedes hacer es actuar preventivamente para no dejar que tu bebé se vuelva muy dependiente de estar siempre con el peluche a su lado.
Una de las tácticas más eficaces consiste en imponer los momentos apropiados para el uso de «objetos especiales». Ellos pueden ser liberados antes de dormir, cuando el niño tiene que decir adiós a sus padres, cuando estás triste y cuando necesita el apoyo de algo para sentirse más fuerte después de haber sufrido por algo.
En otros momentos del día, deje al «compañero» en un lugar específico para que el bebé pueda recogerlo si es necesario.
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