Las bacterias en los alimentos


bacterias y alimentos
Las bacterias aparecieron en la tierra hace miles de millones de años, son invisibles a simple vista y están formadas por una sola célula que es capaz de realizar todas la funciones de un ser vivo: alimentarse, desplazarse, excretar su desechos y reproducirse.

Viven en cualquier parte; en el suelo , en el agua y en climas extremos como el del desierto. Conviven estrechamente con los seres vivos como las plantas, los insectos y los mamíferos.

El ser humano, después de permanecer en un ambiente estéril en el útero de la madre durante nueve meses, rápidamente es colonizado por bacterias, las cuales lo acompañarán el resto de su vida.

¿De qué viven las bacterias?

Las bacterias han desarrollado diversos y complejos sistemas de subsistencia. Algunas utilizan la energía solar para sobrevivir de manera similar a como lo hacen las plantas, otras toman material orgánico e inorgánico del lugar donde viven.

Las bacterias que conviven con seres vivos se alimentan del organismo en el que viven, como los nutrimentos presentes en el intestino de los seres humanos. En el intestino grueso, la nariz, la boca y la vagina se alojan cantidades enormes de bacterias; también en la piel y el estómago, pero en menor cantidad.

¿Todas las bacterias son dañinas?

La mayor parte de las bacterias que conviven con el ser humano no son dañinas, a menos que haya alguna lesión o enfermedad. De hecho, muchas de ellas tienen un electo favorable para la salud, como ocurre con las bacterias denominadas lactobacilos, que son útiles para prevenir y combatir infecciones intestinales o las bacterias presentes en el colon, dichas bacterias producen la vitamina K, la cual ayuda a tener una coagulación sanguínea normal.

Algunas bacterias pueden producir daño cuando el organismo sufre alguna lesión o enfermedad, por ejemplo, cuando hay alguna herida de la piel por un raspón o cortadura, las bacterias presentes en la zona lesionada -que normalmente no producen daño- pueden invadir el organismo y producir una infección local denominada celulitis o incluso llegar a formar un cúmulo de pus denominado absceso.

¿Los alimentos contienen bacterias?

Aunque hayan sido cocinados, la mayor parte de los alimentos que se ingieren contienen bacterias que no son dañinas al organismo, por lo que se puede decir que prácticamente todos los días de nuestra vida ingerimos bacterias en el agua y en la comida.

Incluso, un bebé que se alimenta del seno materno ingiere las bacterias presentes en la piel de su madre. Ahora bien, la posibilidad de que los seres humanos nos enfermemos depende de la cantidad y tipo de bacterias que se puedan alojar en nuestro organismo.

¿Qué son las bacterias patógenas?

Las bacterias patógenas son aquellas que producen enfermedad en casi todas las personas que las ingieren, y se manifiesta con vómito y diarrea. Los nombres y apellidos de los 10 gérmenes que con más frecuencia causan enfermedades son: Campylobacter jejuni, Clostrichnn botulinum, Escherichia coli. Listeria monocytogenes, Salmonella enterica, Staphilococus aureus, Shigella, Toxoplasma gondii, Vibrio vulniñcus y Yersinia enterocolitica. De estos 10 microbios, nueve son bacterias.

¿Cómo se manifiestan las enfermedades producidas por bacterias patógenas presentes en los alimentos?

El tiempo entre el consumo de la bacteria o de sus productos dañinos que se denominan toxinas es corto, de unas cuantas horas hasta dos días. En la mayoría de los casos los síntomas que se producen son vómito, fiebre, dolor abdominal y diarrea, la cual puede ser líquida o en algunos casos contener moco e inclusive sangre.

Cuando el cuadro se origina por toxinas de la bacteria —por ejemplo, por estafilococo—, los síntomas sólo duran algunas horas, pero cuando las bacterias producen una verdadera infección intestinal los síntomas permanecen por tres a 14 días, esto depende del tipo de bacteria y de la edad del individuo afectado; los bebés menores de 12 meses suelen tener síntomas más graves y con una duración mayor.

Existen casos ocasionales, como el botulismo producido por Clostridum botulinum, en los cuales la ingesta de toxinas que afectan al sistema nervioso puede producir síntomas que van desde debilidad muscular, movimientos anormales de los ojos e inestabilidad al caminar hasta parálisis de los músculos respiratorios y muerte.

¿Cómo llegan las bacterias a nuestros alimentos?

Los alimentos se pueden contaminar en el sitio mismo de su producción (campos de cultivo, granjas), durante su transporte a los centros de consumo, por contaminación de secreciones de la boca, nariz o manos de los encargados de su manejo, o en los objetos utilizados para su procesamiento como son las tablas para picar, mesas, bolsas y cuchillos.

¿Cómo se puede prevenir la contaminación de los alimentos?

El secreto para eliminar estos enemigos invisibles que pueden contaminar los alimentos está en su preparación adecuada, que varía de un alimento a otro. El encargado de preparar los alimentos debe lavarse las manos con agua corriente y jabón, y cerciorarse de que todos los instrumentos que va a utilizar estén perfectamente lavados, enjuagados y secos.

Las frutas y verduras que se consumen crudas se deben lavar una por una con agua y detergente, y las que por su naturaleza tienen tierra como son la lechuga, espinacas y fresas se deben desinfectar sumergiéndolas en agua limpia o hervida con sustancias especiales para ello. Los huevos no se pueden desinfectar, por lo que no se recomienda el consumo de huevos crudos. Los alimentos que han sido cocinados como el pollo, carne de res, leguminosas, pastas, arroz, deben mantenerse a temperaturas alrededor de los cuatro grados centígrados, ello evitará la proliferación de bacterias; esto se consigue con un refrigerador en buen estado.

Hay que recordar que las bacterias tienen la capacidad para reproducirse cuando los alimentos están a temperatura ambiente, por ello es necesario guardarlos en el refrigerador, pero cuando no se refrigeran adecuadamente se pueden descomponer en unas pocas horas, especialmente cuando el clima es caluroso.

¿Qué se debe de hacer cuando se sospecha de enfermedad?

Cuando se sospecha que una persona se ha enfermado por consumir un alimento infectado por bacterias, y presenta diarrea y vómito, se le debe hidratar con agua y sales u otros líquidos vía oral.

De inmediato se le debe suministrar suero en pequeñas cantidades y a intervalos cortos, procurando emplear un gotero, una jeringa o un vaso pequeño. La cantidad puede ir de una a dos onzas cada hora, pero se puede ir incrementando de acuerdo con la frecuencia y la cantidad de las evacuaciones. En estos casos, lo mejor es que la persona afectada sea valorada por su médico, o pediatra en el caso de los niños, y cuando sea posible se le debe realizar un estudio de las heces fecales para identificar qué tipo de germen fue el causante del problema.

El empleo de medicamentos para el dolor y el vómito debe ser prescrito por un médico, ya que algunas medicinas pueden producir intoxicaciones, particularmente en los niños pequeños. En ningún caso se debe recurrir a antibióticos como tratamiento inicial, ya que dichos medicamentos tienen indicaciones y dosis muy precisas: en caso de necesitarlos éstos también deben ser prescritos por un médico, aunque en la mayor porte de las enfermedades producidas por alimentos contaminados no es útil el empleo de antibióticos.

Recuerda, que aquí puedes acceder a la GUÍA DE ALIMENTOS donde poder conocer sobre las propiedades, beneficios y tabla de información nutricional de cada alimento que selecciones.

 

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