Parece mentira creer que el estrés, o también llamado el problema del siglo tenga que ver con la pérdida de cabello. La pérdida de cabello tiene dos formas: la caída del cabello en cantidades excesivas, y los folículos pilosos que se convierten en inactivos llegando a ser incapaces de producir cabello.
Estrés
El ajetreo cotidiano de nuestra vida a veces puede ser abrumador. Cuando las personas se entregan demasiado a su trabajo esto se puede convertir en una adicción, sin darse cuenta que toda esa tensión que cargan es muy peligrosa para la salud de nuestro cuerpo. El estrés puede ser tanto negativo como positivo, ya que a menudo puede mantenernos alerta y preparados ante un peligro. El estrés negativo puede tener un impacto enorme en su salud en general.
Con respecto a la pregunta que se plantea en el título, el estrés en definitiva si puede producir la pérdida de cabello, lo peor de esto es que en muchos casos no somos capaces de darnos cuenta hasta que el daño es irreversible.
Este estrés puede conducir a algunos factores como:
Alopecia Areata: esta ataca directamente a los folículos pilosos y detienen el crecimiento normal del cabello.
Efluvio telógeno: en esta condición, el estrés físico o emocional empuja un gran número de folículos pilosos en la fase de reposo y luego simplemente se caen cuando nos peinamos o lavamos el cabello.
Tricotilomania: este caso se da cuando una persona se arranca el cabello constantemente, siendo este un escape para el estrés.
Por todo esto es importante tratar de des estresarse con un descanso merecido e intentar llevar una vida tranquila y relajada, realizando deporte, paseos por el campo abierto y compartiendo con la naturaleza.