Los obesos tienden a seguir ciertos patrones de acuerdo a elementos como morfología física, distribución de las grasas, rasgos conductuales, sexo, trastornos hormonales y severidad, que nos permite agruparlos en tipologías.
Esto no es solo de interés académico sino que muchas veces nos puede dar pistas para el diagnóstico de la causa y el tratamiento mas apropiado.
Tipos más frecuentes de obesidad
– Obesidad Androide: Su nombre está dado por su mayor frecuencia en los hombres, y aparece generalmente después de los 40 años. Se caracteriza por acumulación de grasa en el abdomen y parte superior del cuerpo (forma manzana). Muchos de estos pacientes sufren del síndrome metabólico: diabetes, hipertensión arterial, colesterol y triglicéridos elevados y aumento del riesgo de padecer enfermedades coronarias.
– Obesidad Ginecoide: Es frecuente en mujeres en edad reproductiva y se caracteriza por acumulación de grasas en los glúteos y muslos (forma de pera). Las complicaciones mas frecuentes son artritis de la cadera y rodillas y varices de las piernas.
– Obesidad Familiar: Toda la familia es obesa, comen en abundancia y probablemente son sedentarios. Hay causas hereditarias y aprendidas. Toda la familia puede reunirse al frente del televisor u otras actividades, en donde los postres y picaderas son compañía habituales. Es posible que seas sedentario. Pueden beneficiarse de consejería nutricional y la psicoterapia podría ser beneficiosa si hay conflictos familiares contribuyendo a la obesidad.
– Obesidad Gastronómica: A estas personas les encanta cocinar y probando el resultado de su arte culinario ingieren gran cantidad de calorías. Se interesan en calidad más que en cantidad y suelen considerarse gourmet.
– El Devorador Nocturno: Responde a un ritmo biológico desajustado que lo hace comer normalmente durante el día, pero que come sin parar durante la noche. Especialmente aquellos que se levantan a comer, pueden calmar sus impulsos alimenticios al ingerir una fruta o unas galletas no calóricas (integral, de soda) antes de acostarse.
– El Comedor Compulsivo: Estas personas son emocionalmente inestables, lo que los lleva a comer durante todo el día, en respuesta a impulsos incontrolables. Los alimentos les brinda refugio temporal. Necesitan consejería psicológica para resolver su problema de base y por ende, su peso.
– Obesidad Sedentaria: Estos evitan la actividad física, y por lo tanto tienen un metabolismo lento y queman pocas calorías.
– Obesidad Nutricional: No están seriamente obesos, pero sus conocimientos sobre nutrición son casi nulos y siguen un menú desequilibrado. Podrían beneficiarse del apoyo de una nutricionista.
– Obesidad Endocrina: El peso excesivo es ocasionado por un desequilibrio hormonal. Ejemplos: diabetes tipo 2 e hipotiroidismo. Necesitan tratamiento médico.
– Obesidad Extrema: Pueden pesar 240 o 300 libras y llevar una alimentación desequilibrada y usan su peso como excusa para no ejercitarse. Deben obtener una evaluación médica antes de someterse a una dieta. A la mayoría de estas personas se les hace difícil bajar de peso con métodos tradicionales; muchas veces requieren cirugía bariátrica, la cual puede producir resultados dramáticos. Puede haber combinación de dos o más.