Por una agricultura ecológica y renovable


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Por una agricultura ecológica y renovable

Aunque en el 2000 la agricultura ecológica sólo representaba el 3 por ciento del total de la superficie agrícola útil de la UE, se ha convertido en uno de los sectores agrarios más dinámicos. Entre 1993 y 1998 creció por año alrededor de un 25 por ciento y a partir de 1998 su crecimiento se ha cifrado en un 30 por ciento anual. Desde la entrada en vigor de la legislación comunitaria sobre este tema en 1992, decenas de miles de agricultores han optado por este sistema como consecuencia de una demanda creciente y también por las ayudas económicas que se les ofrecen.

Para la Unión Europea el desarrollo sostenible debe conciliar la producción alimentaria, la conservación de los recursos no renovables y la protección del entorno natural, de modo que puedan satisfacerse las necesidades de la población actual sin comprometer la capacidad de auto- abastecimiento de las generaciones futuras, y esto sólo puede lograrse con la agricultura ecológica.

La agricultura ecológica está contribuyendo la revitalización de las economías rurales en distintas zonas de España, tales como Andalucía y Cataluña, Galicia, País Vasco y Castilla, además de crear nuevas oportunidades de empleo en los ámbitos relacionados con la producción, la transformación y la comercialización. Por lo tanto, aparte de las ventajas de tipo ambiental, este sistema de producción ayuda a la cohesión social de las zonas rurales.

La confianza de los consumidores

Sólo con una legislación estricta en esta materia los consumidores podremos confiar plenamente en estos productos, que siempre nos cuestan un poco más caros que los de cultivo no ecológico, lo que ha de incluir medidas que impidan las prácticas fraudulentas. Estas medidas han de abarcar todas las fases de la cadena productiva.

En este sentido, la UE ha adoptado reglamentos que garantizan la autenticidad de los métodos de producción ecológica tanto en el cultivo como en la cría del ganado ecológicos, así como en el etiquetado, la transformación y la comercialización. El primer Reglamento corresponde a 1991 y con su entrada en vigor en 1992 los agricultores que han optado por este método debieron pasar por un período de conversión de dos años antes de la siembra, en el caso de los cultivos anuales, y de tres años, en el caso de los cultivos vivaces.

Con respecto a la cría de animales, en agosto de 1999 la UE adoptó disposiciones relacionadas con la producción, el etiquetado y el control de las especies ganaderas más importantes (ganado vacuno, ovino, caprino, equino y aves de corral), y reglamento el uso de los piensos, los tratamientos veterinarios y la profilaxis, las prácticas ganaderas, el bienestar animal y la gestión del estiércol. Los organismos genéticamente modificados (OGM) y los productos derivados de los mismos quedan excluidos específicamente de los métodos de producción ecológica.

Los Reglamentos abordan también la importación de productos derivados de la agricultura ecológica procedentes de terceros países cuyos criterios de producción y sistemas de control han sido reconocidos como equivalentes a los vigentes en la Unión Europea.

Las semillas e Internet

Para facilitar que los agricultores y las empresas puedan obtener semillas producidas de forma ecológica, los Estados miembros de la UE van a establecer una base de datos en línea donde los proveedores pueden registrar las semillas que poseen así como las patatas de siembra, producidas de acuerdo con el método ecológico. En el caso de que un agricultor ecológico no encuentre en el mercado semillas ecológicas de la especie que necesita éste puede pedir al órgano de inspección que apruebe una excepción para que pueda usar semillas no producidas de manera ecológica.

El logotipo

La Comisión Europea creó un logotipo compuesto por los términos Agricultura Ecológica – Sistema de Control CE para ser usado con carácter voluntario por los productores que, tras pasar por una inspección, han demostrados que sus sistemas y productos cumplen la legislación comunitaria en la materia.

Si encontramos este logotipo podemos estar seguros de que: el 95% de los ingredientes, como mínimo, se ha producido de acuerdo con métodos ecológicos; se atiene a las disposiciones del sistema de control oficial; procede directamente del productor o el transformador y se presenta en un envase sellado; lleva el nombre del productor, el elaborador o el vendedor, o el nombre y el código del organismo de inspección.

Medidas de control

El control abarca todas las fases del proceso de producción, lo que incluye la transformación, el almacenamiento y el envasado. Como mínimo una vez al año, se realizan inspecciones en las explotaciones, y también se realizan controles sin previo aviso. En caso de infracción se aplican sanciones que incluyen, entre otras cosas, la supresión inmediata de la condición de ecológico en relación con el producto de que se trate; y pueden endurecerse cuando el incumplimiento sea de mayor gravedad. Los productores están obligados a mantener un registro meticuloso de sus actividades y en el caso de los ganaderos llevar registros completos de sus sistemas de gestión del ganado.

 

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