En cuanto al tratamiento de la obesidad, la relación entre ésta y la dieta se centra en lo que la gente come, sin embargo, un nuevo estudio realizado en ratones sugiere que se debe prestar más atención a cuando la gente come.
Investigadores estadounidenses descubrieron que los ratones que sólo se les permitía comer durante ocho horas al día comieron tanto como los ratones que se les permitió comer todo el día.
Ambos grupos consumieron una dieta alta en grasas, pero los ratones con el horario restringido de alimentación aumentaron menos de peso, tenía hígados sanos y tenían menos inflamación.
Los hallazgos de dicho trabajo de investigación sugieren que, comer durante demasiadas horas del día puede contribuir a la obesidad.
Se concluyo entonces que «cada órgano tiene un reloj», esto significa que hay momentos del día en que los órganos, incluyendo el hígado, los intestinos y los músculos, trabajan al máximo de su eficiencia, y otras veces lo hacen con menos eficiencia.
Estos ciclos son críticos para los procesos tales como la degradación del colesterol y la producción de glucosa.
Comer con frecuencia durante todo el día y la noche hace que se alteren estos ciclos metabólicos normales.
Los resultados del estudio indican que restringiendo los horarios de las comidas se puede ayudar a prevenir el aumento de peso y la obesidad, dando entonces mayor importancia al » cuando comes» y no al «que comes».
Otro estudio publicado en Obesity y realizado por la Universidad de Northwestern (Illinois, EEUU), indica que comer de forma desincronizada (ir en contra del reloj biológico) facilita la aparición de la obesidad.
Las persona tenemos un reloj biológico el cual nos dicta las horas de dormir, cuándo despertarse, y también nos marca cuándo comer.
El estudio se realizó sobre dos grupos de ratones, durante seis semanas los dos grupos llevaron una dieta rica en grasas pero un grupo la realizaban durante las 12 horas del día y el otro durante las 12 horas de la noche. Se observó que los ratones que comían de día (destacar que son animales nocturnos y equivaldría a las personas que comen de noche) engordaron bastante más que los ratones que comían de noche.
Los investigadores destacan con este estudio que sólo modificando los horarios de la toma de las comidas puede influir mucho en el peso corporal.
Citamos una ficha informativa del Portal de Salud Madrid de la Comunidad de Madrid con consejos sobre la distribución de los alimentos y horario de las comidas:
ficha distribución de los alimentos y horarios de la comidas
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