La lactancia materna podría combatir la obesidad y fortalecer el sistema inmunológico


lactancia materna
Un nuevo estudio realizado por el Centro de Sentidos Químicos Monell, de Filadelfia, Estados Unidos, dice que el Umami – el quinto sabor básico del paladar humano – estaría directamente relacionado con el control de la saciedad en los bebés.

En la misma línea de investigación, en la medicina y la investigación desarrollada por el profesor Manuel Eduardo Baldeón, la Universidad de San Francisco de Quito, en Ecuador, sostiene que la sustancia que desencadena el sabor umami, el glutamato, influyen significativamente en la evolución del recién nacido y en su inmunidad.

Según el análisis de la información Umami Center (UIC), una entidad que revela el gusto umami, el glutamato es el aminoácido más abundante en la leche materna. Es decir, uno de los primeros sabores que se sienten en el nacimiento. A partir de esta premisa, los científicos del Monell Chemical Senses Center decidieron examinar cómo el glutamato está vinculado al mecanismo de saciedad de los pequeños.

Control de la saciedad

Los científicos seleccionaron 30 recién nacidos hasta los cuatro meses de vida, que fueron alimentados con tres fórmulas diferentes. El primero tenía una menor concentración de glutamato. En cuanto a los otros dos, que contiene concentraciones más altas. Comprobaron que el sabor umami, el glutamato debe estar presente en forma libre, es decir, sin estar ligado a una proteína.

Los resultados mostraron que los lactantes alimentados con fórmulas ricas en sustancia Umami alcanzaron la saciedad más rápidamente que los otros, y por lo tanto una menor cantidad de alimentos ingeridos. Posiblemente por esta razón, los bebés que fueron amamantados durante más tiempo eran menos propensos a desarrollar obesidad durante la fase de crecimiento.

Desarrollo inmune

Dado que el estudio realizado por el profesor Manuel Baldeón, que deberá publicarse en los próximos meses, sugiere que los bebés nacidos de madres adultas pueden tener una resistencia inmunológica mayor que los recién nacidos de madres adolescentes. Eso es porque el glutamato, una sustancia que da el sabor umami, sería más abundante en la leche materna de mujeres de edades comprendidas entre 20 y 36 años, lo que tendría mucha conexión directa con la formación del intestino de los bebés, como con el desarrollo del sistema inmune.

Según Baldeón cuando un microorganismo dañino entra en nuestras células, las defensas del cuerpo comienzan a luchar contra ella. «En este momento, el glutamato juega un papel clave, ya que ayuda a transmitir un mensaje a otras células para que puedan reaccionar contra el invasor y así neutralizar», dijo el médico, que es el ex secretario de Ciencia y Tecnología de Ecuador.

La ayuda en la transmisión de mensajes entre las células sería crucial en la defensa del organismo y por lo tanto contribuyen a la eficacia del sistema inmune. Baldeón también destaca la importancia del glutamato en el desarrollo intestinal. «Ayuda en la división celular, que es muy importante, ya que esta renovación intestinal debe ocurrir, más o menos, cada cinco días», concluye.

 

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