Inmunoterapia


inmunoterapia

¿Qué es la inmunoterapia?

La inmunoterapia es un tratamiento que se ha encontrado efectivo para prevenir y combatir el cáncer.

Este tratamiento funciona mediante estimular las defensas naturales del cuerpo; esta terapia utiliza sustancias creadas por el cuerpo y en algunos casos utiliza sustancias fabricadas en un laboratorio. La función de estas sustancias es la de mejorar o en dado caso restaurar la función del sistema inmunitario.

Este tipo de tratamiento es aún desconocido en su mayor parte, pues aún no se sabe a ciencia cierta como la inmunoterapia actúa contra el cáncer, sin embargo, se conocen los efectos que se pueden conseguir.

Los efectos que se logran conseguir mediante la inmunoterapia son los siguientes: puede detener o retrasar el desarrollo de células cancerosas, también impide la expiración de la enfermedad a otras partes del cuerpo y también hace que el sistema inmunitario sea más eficiente en cuanto a destrucción de células cancerosas se refiere.

 

Tipos de Inmunoterapias

Existen varios tipos de inmunoterapias, de todas ellas las 4 que resaltaremos son las vacunas contra el cáncer, la terapia con virus acoliticos, anticuerpos monoclinales y las inmunoterapias no específicas. Se desarrollará en qué consiste cada tipo de tratamiento y a quien se le aplica, posteriormente hablaremos de las desventajas que se han encontrado en cuanto a las inmunoterapias.

 

Vacunas contra el cáncer

Las vacunas contra el cáncer son un tratamiento de inmunoterapia utilizado para combatir el cáncer, por combatir entenderemos prevenir y tratar. Lo primero que se debe mencionar es que el sistema inmunológico del ser humano funciona mediante el reconocimiento, una vez que el cuerpo identifica al antígeno el sistema inmunológico procederá a crear anticuerpos capaces de destruir al antígeno.

La vacuna para prevención se administra a una persona que no tenga ningún signo de padecer cáncer. Existen distintos tipos de vacunas contra el cáncer, cada una de ellas es efectiva para evitar el desarrollo de un tipo específico de cáncer, unos ejemplos son el Gardasil y el Cervarix, estas vacunas tienen la función de evitar que una mujer desarrolle o se infecte con el virus del papiloma humano, y así evita el desarrollo de cáncer de cuello uterino y algunos otros que tengan que ver con las zonas afectadas por el virus del papiloma humano.

Otro ejemplo es una vacuna que evita que nos infantes se infecten con la hepatitis B, pues esta puede provocar cáncer en el hígado. Para recibir este tratamiento de una vacuna contra el cáncer se debe consultar a un médico de confianza, este será quien nos asesore sobre que vacuna podemos o debemos administrarnos con el fin de poder evitar desarrollar algún tipo de cáncer específico.

El médico se basará en algunos aspectos como la edad, el sexo, y el historial médico, así como el de sus familiares, todo esto con el propósito de poder identificar y suministrar la mejor opción de vacuna contra cáncer.

Las vacunas que sirven como tratamiento para enfrentar el cáncer ayudan a que el sistema inmune del paciente combata el cáncer, pues entrena al cuerpo para poder reconocer y destruir las células cancerosas.

También es muy utilizada con el fin de evitar el contraer cáncer nuevamente, esto lo logra mediante las eliminaciones de cualquier célula propensa a desarrollar cáncer que se haya quedado como remanente de cualquier otro tipo de tratamiento. Este tipo de vacunas contra cáncer está diseñado para atacar específicamente a las células dañadas, sin que las células sanas resulten lesionadas de forma alguna.

La desventaja de este tipo de inmunoterapia es que la cantidad de vacunas contra el cáncer para ser usadas como tratamientos que son permitidas son muy limitados, pues la mayoría de ellas aún se encuentran en la etapa de desarrollo. A continuación, abordemos la terapia con virus acoliticos.

 

Terapia con virus acoliticos

Cuando escuchamos la palabra virus, nos vienen a la mente alguna enfermedad en el ser humano, sin embargo, gracias al desarrollo de la ingeniería genética se ha encontrado una forma de modificar genéticamente a los virus con la finalidad de que estos maten o eliminen células cancerosas.

Por naturaleza los virus tienden a expandirse en el cuerpo en el que se encuentran, sin embargo, esto no ocurre en estos tratamientos precisamente por las modificaciones genéticas que se han realizado a los virus.

La terapia con virus acoliticos funciona de la siguiente manera, el médico debe comenzar por conocer la ubicación del tumor en el que se encuentren las células cancerosas, después de eso el médico procede a inyectar el virus en el tumor, la nueva programación del virus hace que el virus entre únicamente en las células dañadas.

Una vez que el virus está dentro de la célula procederá a reproducirse, pero este proceso se lleva a cabo a tal grado que la célula termina por reventar y morir, este proceso de explosión de las células causa que se liberen antígenos cancerosos, estos serán identificados por el sistema inmunológico, luego se crearan anticuerpos que se encarguen de atacar y matar a todas las células cancerosas del cuerpo que tengan esos mismos antígenos.

Algunos efectos secundarios de recibir este tratamiento son cansancio, fiebre, se presenta sintomatología de la gripe, náuseas y escalofríos; es muy importante que el paciente se mantenga bajo vigilancia médica.

 

Terapia anticuerpos monoclonales

La terapia mediante anticuerpos monoclonales será la siguiente de la que hablemos. De manera natural el cuerpo genera, mediante el sistema inmune, anticuerpos que combaten a los agentes dañinos.

Ahora bien, el tratamiento mediante anticuerpos monoclonales se basa en la creación de anticuerpos en un laboratorio, están diseñados para que se peguen a determinada proteína que este contenida en las células cancerosas, es debido a esto que estas terapias son demasiado específicas, pues los anticuerpos deben adherirse únicamente a las proteínas de las células cancerosas y no a las células sanas.

El uso de este tipo de inmunoterapia sirve en cuatro maneras distintas. La primera manera es mediante permitir que el propio sistema inmunológico del paciente identifique y cree anticuerpos con el fin de atacar a las células cancerosas, este tipo de acción de los anticuerpos monoclonales causan una interrupción o un retraso en cuanto al crecimiento y desarrollo del cáncer.

Este tipo de terapia permite administrar dosis pequeñas de radiación que ataquen específicamente a las células dañadas, evitando que la radiación dañe a las células sanas.

Un uso bastante proactivo y efectivo de los anticuerpos monoclonales es la identificación de cáncer en el paciente, mediante la administración de anticuerpos radioactivos y el uso de cámaras especiales se puede identificar alguna acumulación de anticuerpos radioactivos en alguna zona en específico, lo que se puede interpretar como la localización de cáncer en alguna zona del paciente.

Al ser la acción de estos anticuerpos a las células cancerosas también pueden utilizarse para administrar fármacos directamente en las células a las que se adhieran, evitando el daño a células sanas.

 

Inmunoterapias no específicas

El ultimo de tipo de inmunoterapia que se tratará será el de inmunoterapias no específicas, este tipo de terapias son utilizadas en conjunto con algún otro tipo de terapias, nunca es utilizado como tratamiento principal por la causa de que su función es la de retrasar el crecimiento del cáncer, no sirven para atacar a las células cancerígenas y matarlas.

Estos tratamientos se usan generalmente en conjunto a quimioterapias o radioterapias.

Existen dos tipos de inmunoterapias no específicas que son utilizadas frecuentemente, los interferones que ayudan a que el sistema inmune combata el cáncer y de esta manera retarde el crecimiento de las células dañadas; el otro tipo son las interieuquinas que ayudan a que el sistema inmunitario produzca células hechas para combatir el cáncer; algunos efectos secundarios de estos tratamientos son sintomatología de gripe, un mayor riesgo de infecciones, erupciones en la piel y en algunos casos cabello fino.

Sin duda estos tipos de tratamientos son muy alentadores para combatir y prevenir el cáncer, pero para poder aprovecharlos al máximo es necesario acudirá a un médico especialista que pueda recomendar y aplicar el tratamiento más adecuado a las necesidades del paciente.

 

Vídeo sobre la Inmunoterapia

Para finalizar cito un vídeo donde se explica de una forma muy didáctica y lenguaje claro, sobre esta terapia contra el cáncer:

 

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