En contra de los nitritos, a favor de métodos tradicionales de cultivo


cultivo ecológico
Muchas personas hemos tomado consciencia de la relación que existe entre una dieta sana y un estado general de bienestar, y no pocos hemos podido observar en nosotros mismos cómo una alimentación tóxica y mal equilibrada nos vuelve mentalmente pesados, embotados, depresivos, faltos de energía, irritables, malhumorados, lo que nos ha llevado en algunos casos a intentar promover para nosotros y nuestra familia una alimentación lo más sana posible, sin embargo muchas veces no sabemos si lo que comemos está contaminado, algo cada vez más difícil de discernir en una época muy compleja en la que muchos industriales, con exceso de avidez por las ganancias, hacen campañas engañosas para envolver en falsas apariencias productos basura cargados de aditivos químicos.

Emprende una ecología personal

Si nos mantenemos bien informados, procuramos un consumo responsable y una forma de vida sana en cierta forma estamos emprendiendo una forma de vida ecológica, una ecología personal, lo que puede incluir o no, según nuestro interés y posibilidades, el apoyo a organizaciones no gubernamentales y ecologistas que emprendan campañas fundadas en defensa de nuestro medioambiente, lo que debería incluir denuncias sobre el uso de química en nuestra agricultura y otras prácticas nefastas.

Una de esas prácticas muy negativas para nuestra salud es que se recoja la fruta muy verde, antes de que alcance su pleno valor nutricional. Este es el proceso que sigue esa manzana que compramos en el super: desde el árbol llega a un almacén de atmósfera controlada, donde se interrumpe el proceso de maduración por medio de bajas temperaturas y tratamientos químicos; a continuación viaja en un camión refrigerado hasta el centro de distribución al por mayor y allí se provoca su maduración con otras sustancias químicas y enzimas, luego se la cubre con otro producto, una especie de cera, para que presente un aspecto brillante y vistoso. Debido a todo este proceso su valor nutricional es realmente mínimo y su sabor bastante soso. Pero éste es sólo uno de los aspectos que empeoran la calidad de nuestros alimentos.

Otro, más grave aún, son los nitritos que llegan a esta manzana por medio de los fertilizantes y de las aguas contaminadas por los mismos. Incluso en la actualidad hemos de sumar probablemente otra intervención sobre la pobre manzana: la irradiación. Este método se aplica ya a algunos alimentos para obtener una mayor conservación, algo que no se informa al consumidor y sobre lo que aún se desconocen las consecuencias, por mucho que algunos se encarguen de decir que no tiene consecuencias sobre la salud. Cualquier estudio que se precie en ese sentido debería llevar por lo menos unos años de verificación.

Tampoco es para alegrarse el hecho de que se tiren en todo el mundo millones de toneladas de frutas y hortalizas mientras hay gente que padece hambre, mientras nos las venden carísimas en los supermercados y mientras a los agricultores se les pagan precios miserables. Todo esto nos impulsa a emprender nuestra propia defensa, nuestra ecología personal.

Comestibles con nitritos y nitratos

Estos son algunos alimentos que destacan por su alto contenido de nitritos y nitratos, ordenados de mayor a menor riesgo. No te asustes, que también con la alimentación puedes contrarrestar sus efectos, ya que es imposible dejar de consumir todo aquello que contenga estos agentes químicos. Lo importante es que lo sepas porque lo que puedas reducir, por ejemplo de los primeros que tampoco son buenos para el colesterol, será un avance.

– Charcutería y embutidos en general, carnes curadas, chorizos industriales, jamón.
– perritos calientes, salchichas, hamburguesas industriales.
– Conservas animales, anchoas, jamón dulce y York, patés, etc.
– Conservas vegetales.
– Agua de grifo sin depurar.
– Pizzas comerciales.
– Productos derivados de soja, especialmente los que imitan los productos cárnicos.
– Cerveza, vino, whisky, etc.
– Leche y quesos.
– Patatas, espinacas, acelgas, pepinos, berenjenas, zanahorias y remolacha.

Consume los antídotos, sobre todo la vitamina C

Si en tu dieta y/o en la de tu familia abundan estos productos mencionados anteriormente con alto contenido en nitritos y nitrosaminas, debes incorporar alimentos que tengan algo contenido en vitamina C, sobre todo en el caso de los niños. Ahora bien, si tu ingieres alimentos de origen biológico al menos en el 50 por ciento de tu dieta, las necesidades bajan.

Estudios realizados en el Instituto Epply de la Universidad de Nebraska para la Investigación del Cáncer demostraron que la vitamina C puede neutralizar y destruir con eficacia los nitritos del estómago, y concluyeron que siempre que se consuman alimentos que contengan nitritos se deben ingerir grandes dosis de Vitamina C, tomándola todos los días como medida preventiva.

Aunque no se especifica la cantidad necesaria de esta vitamina para desactivar los nitritos, se sabe que algunos alimentos ofrecen una protección por el alto contenido en la misma, enzimas y bacterias lactófilas, que los citamos a continuación por orden de importancia. Algunos pueden resultarte muy extraños, pues para conseguirlos pregunta en alguna buena tienda de productos naturales o herboristería.

– Sauerkraut: es un preparado que lleva cultivo de lactófilos y aporta 24 mg de vitamina C por taza.
– Zumo de hierba de trigo.
– Todo tipo de germinados: de alfalfa, trigo, etc.
– Acerola.
– Camu-camu.
– Guayabas.
– Piña tropical.
– Papaya.
– Mango.
– Escaramujos: mermeladas, jarabes, comprimidos.
– Grosellas negras y bayas similares.
– Perejil.
– Cítricos: especialmente el limón.
– Kiwi.
– Yogurt con cultivo de lactófilos.
– Pimientos verdes y rojos.
– Tomate.

Cuida el alimento del bebe y del niño

El nitrato puede convertirse en nitrito en el aparato digestivo, lo que ocurre sobre todo en los lactantes y el nitrito puede resultar cancerígeno, según demuestran los estudios científicos. Por lo tanto con los niños y los bebés sobre todo hay que evitar preparar biberones o darles de beber agua del grifo.

Tampoco es conveniente prepararles papillas con espinacas, que tienen la tendencia a concentrar mucho estos venenos químicos, y si tienes que dárselas asegúrate de comprarlas de cultivo biológico.

En las grandes ciudades españolas hay tiendas de alimentos bio, y si vives en una pequeña ciudad o en un pueblo, puedes intentar tomar contacto con asociaciones de agricultores de la zona y averiguar quienes siguen métodos tradicionales de cultivo o biológicos, visitando personalmente en lo posible sus huertas, para asegurarte de que usa abonos naturales y en ningún caso abonos nitratados. Con estos cultivos naturales ningún vegetal de uso corriente presenta peligro para lactantes o niños pequeños.

 

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