Según un estudio de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona y la Universidad de California y publicado en Journal Of Alzheimer’s Disease la realización de ejercicio físico protegería, tendría un efecto terapéutico y protector contra la enfermedad de Alzheimer.
Es uno de los estudios más completos sobre la enfermedad de Alzheimer y se ha realizado con animales. Los animales que hacían ejercicio tenían mejores resultados en las pruebas psicomotrices, memoria y aprendizaje. Aparte de tener una menor ansiedad y estrés. También mostraron mejores resultados en los tejidos de la corteza cerebral e hipocampo.
Podemos deducir con este estudio que realizar ejercicio regularmente ayuda a tener una vida más sana y cerebro más saludable.