Ecografías durante el embarazo


ecografía de bebé en 3D
Durante el embarazado y dentro de las rutinas de control suelen realizarse unas tres ecografías, siendo que los médicos recomiendan no abusar de ellas y hacer sólo las necesarias.

Sin embargo, no se ha demostrado hasta la fecha que las ecografías puedan tener algún efecto perjudicial ya sea sobre la madre o el bebé.

Distintos tipos de ecografías

Existen distintos tipos de ecografías como pruebas que se utilizan para todas las etapas del embarazo, cada uno de ellas puede detectar distintas situaciones con respecto al futuro bebé.

– La ecografía temprana: Es recomendable hacerla si existe una sospecha de algún problema que pueda darse en las primeras semanas de gestación, también se realiza cuando existen síntomas como dolor o sangrado.

El embrión es muy pequeño y por ello es aconsejable que sea vaginal, porque se tendrá una imagen mucho más nítida que si se realiza la clásica abdominal. En ella se puede detectar la presencia del embrión, dónde se encuentra implantado, escuchar los latidos y también determinar el número de embriones.

Es recomendable hacerla si existe en la futura mamá un historial de aborto, sangrado, dolor y también en los casos en los que ha seguido un tratamiento de fertilidad. Se realiza en las primeras semanas de la gestación.

– Ecografía de alta resolución: Con ella se consigue una imagen de alta resolución, y posee un zoom para aproximarse y ver detalles concretos del bebé. Realizada junto la prueba de cribado bioquímico representa el estudio de screening malformativo fetal.

La primera de estas ecografías suele realizarse entre las semanas 11 y 14, así pueden descartarse malformaciones graves, ya que detecta el pliegue nucal (un signo de riesgo de que el bebé padezca Síndrome de Down).

La segunda de estas ecografías se hace en la semana 20 y permite diagnostica aquellas malformaciones que son visibles a través de una ecografía. Es una prueba de rutina y aunque no es obligatoria es recomendable hacerla.

– Doppler de alta resolución: Se trata de una ecografía en colores que permite ver si el caudal circulatoriode sangre es normal, especialmente en el cordón umbilical, las áreas de crecimiento fetal y también la circulación uterina.

Con los datos obtenidos se puede conocer si la placenta está funcionando adecuadamente y si la circulación de sangre en el cordón umbilical es la correcta. Indicada para el caso de madres que presentan hipertensión, diabetes y algún tipo de problemas en la placenta o el cordón umbilical, sufrimiento fetal o cualquier tipo de malformación cardiaca del bebé.

Se realiza a partir de la semana número 25 y si se trata de embarazos de riesgo se efectuará una por trimestre.

– Ecografía de translucencia nucal: Es un estudio que ofrece mucha información sobre anomalías cromosómicas del feto. Se realiza aproximadamente entre la semana 11 y 14 del embarazo.

Su técnica es igual a la de una ecografía normal, que mide el espacio que existe entre los tejidos blandos y la piel que está detrás de la nuca del bebé. En este sitio se encuentra un líquido que tiene que ocupar un espacio menor a tres milímetros, no superando este valor todo es normal, si el valor es mayor hay un riesgo de que el bebé sufra anomalía cromosómica. Con este tipo de ecografía puede saberse si el bebé tiene alguna enfermedad de los cromosomas como por el ej. La trisonomía 21 (Síndrome de Down).

ecofrafía de bebé con síndrome de down Ecografía bebé síndrome de down

Se recomienda a las mujeres que posean antecedentes familiares o reproductivos de cromosopatias, las de edad avanzada o que posean una alto índice de riesgo en otras pruebas ya efectuadas. No es una prueba invasiva y no existe ningún tipo de riesgo al hacerla.

 

Ecofrafías durante las semanas del embarazo

Entre las 6 y 12 semanas de la gestación se efectuará la primera ecografía, siendo de gran utilidad para precisar en forma definitiva el embarazo, observando además, si el embrión se está desarrollando en forma correcta, si existe algún problema en los ovarios, trompas o en el útero y verificar si no se trata de un embarazo múltiple.

Entre la semana 16 y la 20 se realiza la segunda ecografía principalmente para poder diagnosticar si existe alguna malformación fetal, observándose también como se encuentra la placenta, el cordón umbilical y constatar la cantidad de líquido amniótico.

Por último al llegar a la semana 32 del embarazo se hará la última ecografía, controlando si el bebé tiene un crecimiento dentro de los parámetros normales, pudiendo estimarse aquí el tamaño y la normalidad tanto del bebé como de la placenta, líquido amniótico y cordón umbilical y algo muy importante en esta etapa que es la posición en que se encuentra el bebé, ya que está próximo el momento del parto.

Pueden realizarse más cantidad de ecografías si por ejemplo la madre sufre alguna hemorragia o cuando se detecta que el volumen del embarazo no se condice con los meses de gestación.

Las ecografías dan la posibilidad de calcular una posible fecha de parto, y en ocasiones puede saberse el sexo del bebé.

 

Vídeo de una ecografía

Y para finalizar, os cito un bonito vídeo que muestra la evolución del crecimiento de un bebé entre su semana 5 a la semana 9.

Espero que os haya gustado el artículo y vídeo, de ser así ya sabéis, podéis compartirlo en vuestras redes sociales mediante los iconitos que aparecen aquí abajo 😉

 

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