Comida saludable para huesos fuertes


huesos fuertes
Algunos estudios demuestran que, además del tratamiento farmacológico, ciertos alimentos, especias y suplementos ayudan a reducir la inflamación y el dolor en las articulaciones.

La dieta mediterránea

Muchos estudios han encontrado que la dieta mediterránea tiene diversos beneficios en la salud. Algunos de estos beneficios se suman a los atribuidos a los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

La dieta mediterránea consiste básicamente en consumir muchas frutas, verduras y legumbres, un alto nivel de grasas insaturadas (aceite de oliva especialmente) junto con una cantidad moderada de alcohol (principalmente en forma de vino), un nivel moderado o alto de pescado, y un nivel bajo de los productos lácteos y la carne roja.

Un estudio de 2007 mostró que las mujeres escocesas con artritis reumatoide que siguieron una dieta de tipo mediterráneo obtuvieron varios beneficios en una amplia gama de áreas. Los resultados sugieren que esta dieta puede ser un complemento útil a la terapia convencional con medicamentos anti-inflamatorios.

El aceite de pescado

Los efectos beneficiosos de los aceites de pescado se deben a su contenido de ácidos grasos omega-3. Los estudios sobre el aceite de pescado demuestran que no sólo tiene beneficios anti-inflamatorios, sino que también es muy útil para el dolor articular.

Las fuentes naturales de aceite de pescado son los peces de agua fría, como el salmón, la trucha y las sardinas. Entre las fuentes vegetarianas se encuentran las semillas de lino, las semillas de chía y la soja. Un estudio australiano de 2008 demostró que el aceite de pescado reduce el dolor articular, mejora la salud cardiovascular y reduce la necesidad de los AINE.

Una ración de pescado de agua fría dos veces a la semana es suficiente. Se recomienda, además, un suplemento de aceite de pescado al día en forma de perlas o aceite.

Las hortalizas crucíferas

Además de otras verduras, es importante tomar una ración de hortalizas crucíferas a diario, tales como brócoli, coliflor, coles de Bruselas o la col rizada. Estas hortalizas tienen un gran valor nutricional, ya que contienen muchos antioxidantes, vitaminas y fibra.

En 2005 un equipo de investigadores de Maryland estudió los efectos del sulforafano, un compuesto antioxidante que se encuentra en las verduras crucíferas, y encontró que bloquea una enzima que causa dolor en las articulaciones y la inflamación. Además de ayudar a los pacientes con artritis, puede ser útil para los atletas que soportan mucha presión sobre sus articulaciones.

Especias y hierbas

La cúrcuma y el jengibre son las especias que más destacan por sus cualidades anti-inflamatorias. La cúrcuma se utiliza en la cocina India y también en la medicina asiática tradicional por sus propiedades anti-inflamatorias. Un estudio de 2006 de Arizona mostró que la cúrcuma ayudaba a prevenir la artritis reumatoide y la osteoporosis.

Un poco de cúrcuma espolvoreada sobre las comidas les aporta un sabor picante, rico y sutil.

El té verde

El té verde es una de las bebidas más consumidas en el mundo y sus efectos sobre la salud es el tema de muchas investigaciones. Un estudio de 2008 de Maryland mostró que el té verde provocaba cambios en la artritis relacionados con la respuesta inmune. El uso prolongado de los AINE pueden tener efectos adversos; los compuestos polifenólicos del té verde poseen propiedades anti-inflamatorias y han demostrado ser un complemento eficaz de la terapia nutricional.

Alimentos que se deben evitar

Si estás tratando de reducir el dolor articular, hay ciertos alimentos que deberías limitar. Los azúcares y los cereales refinados, como el arroz blanco, la pasta y el pan blanco, son alimentos muy poco recomendables para reducir o aliviar la inflamación de las articulaciones. La carne roja y la de cordero y cerdo también aumentará la inflamación.

Más consejos para tener unos huesos fuertes

• El ejercicio te ayudará a que tus huesos y articulaciones se sientan mejor. Caminar durante media hora al día es suficiente para comenzar a notar resultados.

• Nunca es demasiado tarde para comenzar a agregar calcio a la dieta. Los productos lácteos como la leche, el queso y el yogur son buenas fuentes de calcio. Las fuentes vegetales como el tofu, las sardinas y espinacas también te aportarán la cantidad de calcio que necesitas.

 

Puntúa el artículo

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (sin votaciones todavía)
Cargando...
   

El contenido ofrecido en MundoAsistencial.com es sólo para propósitos educativos e informativos. No sustituye consejos médicos profesionales, de tratamientos o de diagnósticos. No desatiendas o tomes decisiones terapéuticas sin consultar los consejos de tu médico ni retrases el tratamiento que te recomienda debido a algo que hayas leído en esta web.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *